Regeneración osea

Cuando se produce una pérdida de hueso en el maxilar y la capacidad de soporte dentario disminuye, resolver las ausencias dentales se complica. Aunque, actualmente, contamos con técnicas odontológicas avanzadas que nos permiten intervenir y regenerar la estructura ósea.

Gracias a la regeneración ósea dental que nos permite dotar al hueso maxilar del volumen adecuado para sustentar los implantes dentales.

Además de recuperar el hueso, las técnicas de regeneración ósea dental son elemento esencial para que se pueda realizar una rehabilitación óptima desde el punto de vista funcional y estético.

El diagnóstico del déficit óseo se basa, además de en la exploración clínica, en la exploración radiológica. Por eso, es importante recurrir a una buen implantólogo que pueda valorar tu caso.

El injerto de hueso, como proceso previo a un tratamiento con implantes dentales es imprescindible en algunos casos concretos. Según las necesidades del paciente y su estado oral, ¿cuándo necesitamos hacer un injerto de hueso sobre el maxilar?

  • Cuando tengamos como objetivo mantener una adecuada dimensión ósea alveolar tras una extracción dental. De tal forma, garantizamos capacidad ósea suficiente para un futuro tratamiento con implantes dentales.
  • Para rellenar los defectos óseos que puedan existir sobre la estructura donde se colocará el implante.
  • Cuando precisemos conseguir altura ósea suficiente para la elevación del seno maxilar.

 

Aunque te parezca muy complejo, la regeneración ósea no es un proceso tan complicado. Si te pones en manos adecuadas, el buen resultado estará garantizado. Un implantólogo experimentado como el Dr. Dehesa podrá facilitarte una solución personalizada.

Según el estado bucodental de cada paciente y el criterio profesional del implantólogo  se pueden colocar distintos tipos de injerto de hueso.

  1. Sintético (aloinjertos).
  2. Animal (xenoinjertos).
  3. Humano:
    1. De cadáver (homoinjertos).
    3.2. Del propio individuo (autoinjerto o injerto autólogo).

 

Los injertos de hueso nos permiten ofrecer una oportunidad a todos los pacientes con problemas de capacidad ósea en el maxilar. Ahora, con este tratamiento y otras técnicas de regeneración, garantizar tu sonrisa es más fácil.

La cirugía de injerto de hueso se lleva a cabo bajo anestesia local, aunque si el paciente lo desea, también podemos recurrir a la sedación consciente. De cualquier forma, nos aseguramos de que las molestias sean mínimas y la intervención no cause dolor.

Durante el postoperatorio, el paciente puede sentir cierto malestar en la zona intervenida. Para aliviar las molestias, el especialista le prescribirá un tratamiento medicamentoso específico. También se indicarán una serie de cuidados básicos que el paciente debe seguir para controlar la inflamación y favorecer la cicatrización.

Además, durante los primeros días, tras la intervención, es importante mantener ciertas precauciones. Se debe evitar el consumo de alimentos duros, no fumar, colocar frío sobre la zona tratada, someter la zona a presión y seguir las pautas de higiene que recomiende el dentista.

Deben pasar entre 3 y 9 meses, para proceder a la colocación de los implantes dentales. La zona intervenida debe estar totalmente recuperada y el hueso regenerado. Para ello, son básicas las revisiones dentales periódicas, en las que comprobaremos como está evolucionando la recuperación.

Si necesitas un tratamiento de implantología dental, aquí estarás en las mejores manos. Tanto si tu caso requiere un injerto de hueso como si precisas cualquier otra técnica para facilitar tu tratamiento, esta es tu clínica.

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